El silencio de la noche, detrás de la almohada mi cabeza trata de acomodar el peso. Poco a poco los ruidos se van haciendo más tenues. Mis ojos no podían encontrar el descanso que buscaban, porque los fantasmas que habitan en esta pieza rondaban por todas partes. En el cielo las estrellas estaban más brillantes que otros días. Al lado de ellas se encontraba la luna, redonda, llena de luz que bajaban por mi ventana y acariciaban mi cara con su energía. De pronto creí escuchar mi teléfono, era solo mi mente que me jugaba una mala pasada. Tal vez por la imagen que aún perdura en mi.
Las imagines del pasado se proyectaban en mi mente como una película, con imágenes claras. Me parecía que las había vivido hace un instante, incluso podía oler el aroma que mi mente creaba por el recuerdo. Cada palabra la recordaba, Los lugares, los besos, las caricias, todo estaba guardado en mi mente como una caja fuerte que guarda el dinero, tan preciado para las persona, pero sabia que mis recuerdos valían más que el dinero, más que el oro.
De pronto me di cuenta que los recuerdos estaban tan dentro mío que ya nunca los podría sacar de mi. Por más que trate de sacarlos de mí nunca más los podré borrar de mi mente. ¿Qué hacer ahora?. Tendría que vivir con ellos, tratar de que cada uno de ellos no me cause pena, que los transforme en un recuerdo lindo. Recordarla a ella como una persona que me enseño muchas cosas, que también me dio muchas cosas. Sabia que era mejor recordarla como a la persona que le has entregado todo tu amor, que había sido la una en tu vida, aún que nunca le hiciste sentir así, pero para ti era la única. En mi mente las imágenes de momentos lindo que tuvimos fueron ganando más lugar que las imágenes que me entregaban tristeza.
Las imagines del pasado se proyectaban en mi mente como una película, con imágenes claras. Me parecía que las había vivido hace un instante, incluso podía oler el aroma que mi mente creaba por el recuerdo. Cada palabra la recordaba, Los lugares, los besos, las caricias, todo estaba guardado en mi mente como una caja fuerte que guarda el dinero, tan preciado para las persona, pero sabia que mis recuerdos valían más que el dinero, más que el oro.
De pronto me di cuenta que los recuerdos estaban tan dentro mío que ya nunca los podría sacar de mi. Por más que trate de sacarlos de mí nunca más los podré borrar de mi mente. ¿Qué hacer ahora?. Tendría que vivir con ellos, tratar de que cada uno de ellos no me cause pena, que los transforme en un recuerdo lindo. Recordarla a ella como una persona que me enseño muchas cosas, que también me dio muchas cosas. Sabia que era mejor recordarla como a la persona que le has entregado todo tu amor, que había sido la una en tu vida, aún que nunca le hiciste sentir así, pero para ti era la única. En mi mente las imágenes de momentos lindo que tuvimos fueron ganando más lugar que las imágenes que me entregaban tristeza.
Ahora después de un tiempo, sé que los recuerdos que te tengo hacia ella son más lindos, me hacen bien, los veo de otra forma, para mi ella ahora es una persona muy importante y me gustaría que ella lo supiera pero sé que eso es difícil, creo que es mejor no molestarla y que viva su vida sin saber nada más de mí.
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