Monday, November 21, 2005

de mi alma

A través de los pasos que daba hoy por el desolado paseo peatonal de la avenida Aguirre. Cuando me venia del instituto, y los recuerdo aparecían y el viento golpeaba mi espalda, todo se volvía distante, lejano. Cada lugar, cada parada, cada árbol, cada lugar me recordaba a ella. Esos días de paseo por esos lugares se hacían más cálido, pero, resonaban en mi alma por no tenerla. Sabiendo que aún la amo.

En mi mente revivía los momento que con ella a mi lado, caminábamos, los pasos que dimos, los lugares donde nos dimos un beso plagado de amor. Las calles de esa avenida se me hacían inmensas, más sin ella. Esos lugares donde nos demostrábamos el amor que sentíamos el uno con el otro, las caricias que nos dimos, los te amos que nos dijimos, todo esos recuerdos que ahora solo están en la mente de los dos.

En cada lugar de esta pequeña ciudad está ella, porque siempre existirá una cosa que me dirá que yo la amo. Hoy cuando caminaba hacia el centro de la ciudad, solo por esa calle, vi el local de casa ideas, entonces un patito feo llego a mi mente. Cuando ella en un arranque de amor vio en ese lugar un peluche de un pato. El peluche era grande y amarillo, estaba en un rincón de ese local, ella lo tomo me miro, con sus ojos plagados de amor y una sonrisa que podía embrujar a cualquier hombre, me dijo “tu eres mi patito feo” y yo quiero uno de esos. Mis ojos casi no podían aguantar la humedad que afloraba de ellos. Cuando mire más a mi izquierda vi hacia al Homecenter, decidí ir a ver si es que aun estaba el hámster que ella quería. Lo busque en la caja donde están ellos. Era un hámster pequeño, de colores que se mezclaban entre el negro, gris y blanco. Recuerdo que a ella le llamo la atención por ser muy inquieto, a demás en ese instante cuando ella lo miraba, el le regalo una gracia. El hámster en un ataque de locura fue hacia un recipiente de agua, donde se podían bañan tranquilamente dos hámster. el lo que buscaba era una salida y en la pared trataba de hacer un hoyo y mientras más se esforzaba, más se iba mojando su cola, hasta que en un momento el pequeño hámster se callo completamente al agua y se empapó entero. Ella lo miraba arrodillada, y sus ojos solo querían tenerlo. Lo busque un rato, sus hermanos estaban durmiendo, pero el aun estaba en ese mismo lugar. Quería comprármelo, pero no tenia el dinero suficiente, apenas quinientos pesos para el pasaje del colectivo.

Cuando salí del homecenter. Camine hacia la rotonda, llegue a la esquina para cruzar y después de esperar unos segundos a que el semáforo diera la luz verde para cruzar, vi pasar un bus de la línea de buses pulmanbus. Miré hacia el letrero que indica su destino y vi que se dirija hacia Santiago, en ese momento, me llego unas ganas inmensas de tomar ese bus y llegar hasta Santiago. Pero de seguro que si me fuera el recibimiento no iba a ser el de los mejores, tomando en cuenta que unas de las ultimas peticiones que recibí de ella fue el no viajar, aun que si pudiera lo aria sin medir consecuencias. El semáforo indicó la luz verde que me daba la orden de seguir, cuando caminando vi hacia mi izquierda, en el centro de la avenida, el lugar donde nos sentamos, por el calor que hacia en ese momento. Era el segundo asiento que se encuentra en ese lugar. Ella siempre me decía que había pasado por este lugar en su gira de estudio. Me quede recordando un rato, Yo estaba sentado al frente de ella, mirando como el viento le desordenaba su cabello. El sol que pegaba en su espalda, la conversación que tuvimos, pero todo eso estaba en el recuerdo.

Mientras caminaba, todos los recuerdo se fueron haciendo más reales, más resientes, quise ir donde nos habíamos sacado unas fotos, en la plaza que está a un costado de la plaza de armas. Pero mientras iba caminando a ese lugar, me detuve. Como si mi alma me pidiera un respiro. Entonces tome dirección hacia mi casa. Esperando el colectivo que a esa hora casi siempre pasan llenos de gente, y pensé...

Ella se transformo en mi centro de vida, en mi espíritu y en mi conciencia. Ella se encuentra en cada lugar en donde voy, toda mi alma aun sigue en ella, pero por un instante, quisiera decirle a ella, “aun que tu me digas que no ahí esperanzas, que por más que me digas que yo te sequé, yo siempre voy a tener la esperanza que estar contigo una vez más, yo voy a luchar, voy a dar mi mejor batalla por tenerte nuevamente conmigo, porque no está muerto el que lucha, porque Dios sabes que lo que siento por ti es real, porque esta historia no ha terminado, porque si existe un poco de amor por mi en tu corazón, yo voy a luchar por ti. La muerte no apagará lo que siento, el sentimiento perdura por mucho tiempo, el amor es lo único que puede romper la barrera del olvido. Aún te amo, como el primer día, aún sigues en mí como el primer día”.

1 comment:

Nel said...

Gracias, es lindo recordar momentos felices... también es lindo recordar a un hámster inquieto... que todavía quiero tener.
Se me llenan los ojos de lágrimas, pero la vida sigue... hay que lavar las heridas.
A veces no entiendo cómo escribes tanta promesa de lucha y de cambio y luego, cuando entras en el msn todo eso se te olvida y vuelve a salir el hombre que hizo que yo me alejara... ese hombre que dice tonteras, que reclama y reclama...
Es como si fueran dos dentro del cuerpo de uno... lamentablemente hay uno que aparece más que el otro, y precisamente es ese el que no me gusta.
Hoy me escribiste "me usaste"... y lo único que puedo decir ante eso es que: SÍ, te usé para ser feliz, para construir castillos en el aire, para darme aliento y protección, te usé para compartir momentos felices y para vivir respirando nuevos aromas y escuchando nuevo sonidos...
Adiós.