Quiero hacerle una pregunta a Díos.
Si yo la amo, si todo lo que puedo hacer es amarla y luchar con ella... ¿Por qué chucha tengo que alejarme de ella?, ¿Por qué no me das una oportunidad de quererla?...
Hoy la vi, nos juntamos en el cine, no para ver una película, pero si para hablar, yo le llevaba un regalo, el libro de Daniela García, ese libro que yo lo quería leer con tantas ganas y que lo leí en una noche y una tarde, en ese libro dice muchas cosas, pero la verdad es que sirve para vivir, para dejar cosas atrás y ver hacia delante, lo envolví en el papel que me dieron en falabella y como no tenia una rosa, corte una que tenia en el jardín y se la puse de rosa.
Yo llegue con unos minutos de atraso, ella estaba sentada afuera de falabella, estaba vestida con su pantalón negro, ese que dibuja una figura de mujer. Me senté al lado de ella, me pregunto como estaba y escucho mi voz, de inmediato se dio cuenta que yo tenia la voz para la corneta. Me pidió mis pilas para ver si su cd estaba malo, yo se las pasé. En mi mente sabia que hoy se aproximaba una decisión que no quería tomar, que el fondo de mi corazón se aproximaba la hora de decirle adiós, una adiós frió, un adiós inconsecuente. Pero adiós al fin me invito a tomar un café helado, pero como yo estoy enfermo decidí tomar un cortado, no fuimos al centro, caminando por las calles, que ha esa hora se encontraban semivacías, hablando de todo pero a la vez nada tenia sentido, yo estaba al lado de ella sin tocarla. Pero en el fondo de mi corazón solo quería tocarla, abrazarla, pero sabia que eso no nos hacia bien.
Llegamos al centro y todo estaba cerrado menos el Ripley, subimos al tercer piso para tomarnos ese café, aun que en ese momento yo no sabía que ella pediría un café helado. Ahora sé que un simple café helado le va hacer recordar todos los momentos que vivimos juntos, la conversación no fue tan fluida en un principio, yo la miraba atentamente a los ojos, solo quería que viera lo que tenia en mi corazón, quería decirle que es lo mas importante en mi vida, quería demostrarle todo lo que la quiero, pero tengo un muro, tengo una gran y larga pared. La tarde siguió, yo estaba muy nervioso, no sabia que hacer, la falta de nicotina en mi cuerpo me hacia pensar puras cagas. Ella fue al baño, fue ahí donde mi mente pensó en el retiro, en alejarme de ella, no tenía nada de esto planeado, pero todo empezó ahí. Sé que ella no se lo esperaba, le llego de improviso.
Cuando salimos del Ripley, yo prendí un cigarro, me pidió que la acompañara hasta los bombero, por que se iba a juntar con alguien, yo en ese momento, buscaba la forma de decirle, fue una decisión muy estupida, muy insegura, pero tenia que hacerlo, las razones las sé yo y ella. Cuando llegamos donde los bomberos yo le dije:
“Bárbara necesito decirte algo (mientras las palabras no me salían de puro nervios). Tu eres una mujer maravillosa, especial, yo te quiero mucho, demasiado y tu me quieres de otra forma, los dos los queremos, pero de forma diferentes y esos dos te quieros están chocando, y a mi me hacen herirte, me hace decir cosas que no siento y no quiero por ningún motivo hacerte daño, ya te he causado daño y no quiero volverlo hacer, te pido muchas disculpas, pero debo hacer esto”.
Ella como siempre tan comprensiva, me digo que si lo quería hacer, tenía que hacerlo, aun que eso le producía pena, pero si yo pensaba que era lo mejor, tenía que seguir mi decisión. En ese minuto en mi alma sentía un gran dolor, sentía una pesar muy grande, la verdad pensaba que me iba a sacar un peso de mi espalda, pero ahora siento otra cosa, me duele, me hiere, me siento vació, me siento confundido, no sé si estoy haciendo lo mejor, ya no sé nada, solo quiero verla, solo quiero estar con ella. La quiero, la quiero demasiado, la quiero de una forma que jamás había sentido, ella se transformo en la mas importante en mi vida, ya he perdido a una persona especial, y ahora, por mi culpa, la he alejado de mi, y todo por mi culpa.
Bárbara, si algún día lees esto, quiero que sepas que no quiero hacer esto, que te quiero, que me enamoré de ti, que no puedo dejar de pensar en ti, que mi alma está intranquila, te necesito y que no sé que hacer, no sé donde ir, no sé con que cara mirarte, sé que te he dicho que nunca mas te iba hablar de alejarme y no cumplí esa promesa y me arrepiento, te quiero. Siempre te voy a querer. Mi BLANCA NIEVES…
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