El Corazón

En el silencio de la noche podemos entender muchas cosas… por lo menos yo que ocupo la soledad de mi habitación para poder estuchar el silencio del mundo. Así con eso el oído se agudiza y podemos entender y analizar con mayor detenimiento todo lo que en el día no podemos oír ni ver.

Es verdad que el corazón nos habla, nos manda recados casi todos los días, a cada instante, puede ser de cualquier forma, por medios de palabras, gestos, dolores, sensaciones y hasta sentimientos, todo esto lo vivimos a cada instante. Es imprescindible darnos cuenta de cada palabra que nos emite el corazón, buscar la forma, el sistema para entender, decodificar las señales que nos manda.

El sabe más de que nos conviene que nosotros mismos. Estudia, calcula, investiga cada paso que damos, sabe donde debemos estar y con quien estar, nos llama a seguirle, nos insta a ver más allá de unas simples palabras, sabes lo que debemos hacer y donde hacerlo. Lamentablemente no sabemos escuchar, hacemos oídos sordos a sus comentarios, a sus exigencias y solo seguimos a nuestros instintos paganos, sexuados e instintivos. Yo aprendí de él muchas cosas, aprendí a escucharlo, a entenderlo cuando es necesario, a negociar con él un futuro mejor para los dos, caminamos juntos. Cuando es necesario nos sentamos y hablamos, tenemos largas charlas de cómo llevar nuestra vida.

El corazón es el mejor consejero que podemos tener, el proviene del alma y nos trata de enseñar cada paso que debemos dar. Aprendamos de él, seamos su amigo y no ocultemos sus secretos.